Te proponemos una rutina sencilla, rápida y low-cost para detoxificar el cuerpo, acelerar el metabolismo y mejorar la apariencia de la piel (nos referimos a la antiestética piel de naranja). Es una fórmula que te aportará energía, y revolucionará tu rutina matutina, como ya lo ha hecho con la diseñadora Victoria Beckham, que adora ponerla en práctica.
Si quieres unirte al «club», sólo tienes que encender la ducha y alternar la temperatura del agua hasta llegar a los 90 segundos. ¿Preparada? Después de enjabonarte el cuerpo, los expertos sugieren que te aclares con agua fría durante 30 segundos. Posteriormente, podrás volver a 30 segundos de agua caliente, y disfrutar de ese momento de calma y relajación. Finalmente deberás acabar la ducha con 30 segundos de agua congelada, para completar el minuto y medio.
¿Cómo lograrás los beneficios? Los contrastes de temperatura consiguen dilatar los vasos sanguíneos, relajando los músculos y estimulando la circulación. Si lo combinamos con un masaje haciendo círculos, o utilizando un cepillo de los indicados para “brushing” en la ducha, podremos reforzar sus efectos para eliminar también la retención de líquidos y por consiguiente la celulitis. La vasodilatación aumenta el ritmo metabólico consumiendo más calorías, ya que el cuerpo trata de conservar su temperatura corporal. Es una manera de consumir más calorías express.
Para poder obtener los beneficios deseados tendremos que ser conscientes de los tiempos y respetar los timings marcados. Si extendemos el periodo de agua caliente excesivamente, no liberaremos las toxinas y sólo conseguiremos ralentizar nuestra circulación. Si por el contrario extendemos el periodo de agua fría, tardaremos más tiempo en conseguir el choque térmico vasodilatador.
Ahora que nos preparamos para el verano, tu cuerpo te agradecerá este «chute de energía».
Image Credits: Steven Meisel para Vogue Italia, Agosto 2005
Te proponemos una rutina sencilla, rápida y low-cost para detoxificar el cuerpo, acelerar el metabolismo y mejorar la apariencia de la piel (nos referimos a la antiestética piel de naranja). Es una fórmula que te aportará energía, y revolucionará tu rutina matutina, como ya lo ha hecho con la diseñadora Victoria Beckham, que adora ponerla en práctica.
Si quieres unirte al «club», sólo tienes que encender la ducha y alternar la temperatura del agua hasta llegar a los 90 segundos. ¿Preparada? Después de enjabonarte el cuerpo, los expertos sugieren que te aclares con agua fría durante 30 segundos. Posteriormente, podrás volver a 30 segundos de agua caliente, y disfrutar de ese momento de calma y relajación. Finalmente deberás acabar la ducha con 30 segundos de agua congelada, para completar el minuto y medio.
¿Cómo lograrás los beneficios? Los contrastes de temperatura consiguen dilatar los vasos sanguíneos, relajando los músculos y estimulando la circulación. Si lo combinamos con un masaje haciendo círculos, o utilizando un cepillo de los indicados para “brushing” en la ducha, podremos reforzar sus efectos para eliminar también la retención de líquidos y por consiguiente la celulitis. La vasodilatación aumenta el ritmo metabólico consumiendo más calorías, ya que el cuerpo trata de conservar su temperatura corporal. Es una manera de consumir más calorías express.
Para poder obtener los beneficios deseados tendremos que ser conscientes de los tiempos y respetar los timings marcados. Si extendemos el periodo de agua caliente excesivamente, no liberaremos las toxinas y sólo conseguiremos ralentizar nuestra circulación. Si por el contrario extendemos el periodo de agua fría, tardaremos más tiempo en conseguir el choque térmico vasodilatador.
Ahora que nos preparamos para el verano, tu cuerpo te agradecerá este «chute de energía».
Image Credits: Steven Meisel para Vogue Italia, Agosto 2005